El tiempo para lograr los objetivos de la “Educación para Todos” antes de 2015 se va agotando. Mientras tanto, 774 millones de adultos no pueden leer este texto y 75 millones de niños y niñas sin escolarizar no tienen la oportunidad de aprender a leer y escribir. No se les puede negar la posibilidad de acceder a la educación ni un segundo más. La comunidad mundial debe facilitar las políticas y los recursos necesarios para garantizar que todas las personas reciban una educación. Los gobiernos de los países más pobres deben establecer los presupuestos adecuados para que todos los niños y niñas accedan a una educación pública, gratuita y de calidad. Todas las personas, independientemente de su edad, deberían tener la oportunidad de alfabetizarse y tener acceso a un aprendizaje continuado y a una formación profesional. Los gobiernos más ricos y las instituciones internacionales deben garantizar una ayuda al desarrollo previsible y a largo plazo que permita a los países más pobres implemen
Espacio de estudios educativos. Felipe Rivas Villatoro