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La alfabetización ha sido considerada como un compromiso fundamental para garantizar el derecho universal a la educación con calidad de la población joven y adulta que por diferentes circunstancias, no logró las competencias educativas básicas.
En la región Centroamericana se ha intentado avanzar en el cumplimiento de los compromisos internacionales en busca de erradicar el analfabetismo, elevar los niveles de escolaridad de su población y crear una sociedad más competitiva. En los últimos años el debate se ha intensificado a partir de una concepción amplia de la educación para jóvenes y adultos, que no se restringe al ámbito de la alfabetización ni a los rezagos causados por los déficit educativos. Para logarlo, ha sido necesario participar en los diferentes foros nacionales e internacionales, se han incrementado los programas educativos y se ha abierto el debate de nuevas perspectivas, tanto de organizaciones gubernamentales como no gubernamentales.
Sin embargo, los programas educativos en América Central no van de la mano con las precisiones conceptuales de la alfabetización y la educación básica de jóvenes y adultos, mucho menos con los niveles de inversión asignados y requeridos. De igual manera, la cooperación no proporciona el soporte técnico y financiero comprometido en los foros internacionales. Actualmente, se ha identificado una problemática central en la concepción de los programas, éstos son marginales dentro de los sistemas y ofertas educativas nacionales. En muchos casos, han sido regresivos al concentrarse en el código básico (el primer nivel). El tipo de medición y evaluación desarrollada para conocer los niveles de analfabetismo está basado en la opinión, lo cual subvalora el indicador real, la escasa inversión y las limitantes de los sistemas educativos actuales en educación primaria son parte de la problemática. Esta realidad puede cambiar si los programas iniciados en el 2006-2007 se desarrollan tal y como han sido difundidos en países como El Salvador, Nicaragua y Honduras.
Tal como lo señalan diferentes análisis, el analfabetismo tiene un ámbito político central, revela una deuda social aún no resuelta, evidencia la falta de acceso a la educación, a las competencias fundamentales y al derecho humano básico. La visión cuantitativa explica la amplia gama de problemas sociales, constata las desigualdades económicas y sociales, las condiciones de vida de los diferentes grupos sociales (Revista RIED –CREFAL,Claudia Lemus).
América Central no es la excepción. Su población resulta afectada de acuerdo a los ingresos (la población de menores recursos enfrenta los niveles mas elevados de analfabetismo y exclusión social), grupos etarios ( el adulto mayor tiende a ser menos atendido por los diferentes programas), género (las mujeres y niñas siguen siendo las más afectadas, principalmente en las zonas rurales), geográfico (el área rural posee las tasas más elevadas de analfabetismo), étnicos (la población indígena no logra pleno acceso a los programas educativos), entre otros.
En el ámbito pedagógico, la utilidad de los aprendizajes no corresponde con los costos directos y de oportunidad de la población, se reproducen contenidos y programas de escuela regular poco competitivos; la mayoría de modelos y propuestas pedagógicas no conectan con las necesidades y realidades inmediatas de la población, principalmente económico y de formación ciudadana.
Es evidente la falta de adecuación de modalidades en cuanto tiempo, programas, horas de aprendizaje, entre otros. Algunos modelos flexibles aún son de baja calidad y el nivel de certificación no corresponde con las competencias y aprendizajes que amerita. Esto tiene a la base la ausencia de diseño con una visión renovada de la alfabetización, generalmente es personal sin preparación; además, el monitorio y la evaluación de los aprendizajes y de las instituciones, es débil.
Para modificar la tendencia se requiere aumentar la inversión desde una perspectiva de Estado y con un compromiso social sólido sin embargo, persisten grupos que consideran estos programas como gasto y no como inversión. Por ello, es fundamental reenfocar los programas equilibrando las herramientas del aprendizaje (lectura, escritura y cálculo), los contenidos y las competencias del aprendizaje, en el marco de las concepciones renovadas de la alfabetización y en una visión amplia de la educación con jóvenes y adultos.
El presente análisis pretende esbozar el panorama general de la alfabetización en Centroamérica específicamente, en el plano del financiamiento y los desafíos actuales en la región. Para realizarlo se utilizaron los datos del informe de monitoreo de la Educación para Todos (EPT, UNESCO, 2007), así como las fuentes más recientes proporcionadas por los ministerios de educación centroamericanos e investigaciones actuales que retratan las visiones por país. En algunos países, el tema del financiamiento de la alfabetización es de poco acceso y es difuso sobre todo, por rubros y en áreas de inversión, de cooperación y de inversión no gubernamental.
------------------------La alfabetización ha sido considerada como un compromiso fundamental para garantizar el derecho universal a la educación con calidad de la población joven y adulta que por diferentes circunstancias, no logró las competencias educativas básicas.
En la región Centroamericana se ha intentado avanzar en el cumplimiento de los compromisos internacionales en busca de erradicar el analfabetismo, elevar los niveles de escolaridad de su población y crear una sociedad más competitiva. En los últimos años el debate se ha intensificado a partir de una concepción amplia de la educación para jóvenes y adultos, que no se restringe al ámbito de la alfabetización ni a los rezagos causados por los déficit educativos. Para logarlo, ha sido necesario participar en los diferentes foros nacionales e internacionales, se han incrementado los programas educativos y se ha abierto el debate de nuevas perspectivas, tanto de organizaciones gubernamentales como no gubernamentales.
Sin embargo, los programas educativos en América Central no van de la mano con las precisiones conceptuales de la alfabetización y la educación básica de jóvenes y adultos, mucho menos con los niveles de inversión asignados y requeridos. De igual manera, la cooperación no proporciona el soporte técnico y financiero comprometido en los foros internacionales. Actualmente, se ha identificado una problemática central en la concepción de los programas, éstos son marginales dentro de los sistemas y ofertas educativas nacionales. En muchos casos, han sido regresivos al concentrarse en el código básico (el primer nivel). El tipo de medición y evaluación desarrollada para conocer los niveles de analfabetismo está basado en la opinión, lo cual subvalora el indicador real, la escasa inversión y las limitantes de los sistemas educativos actuales en educación primaria son parte de la problemática. Esta realidad puede cambiar si los programas iniciados en el 2006-2007 se desarrollan tal y como han sido difundidos en países como El Salvador, Nicaragua y Honduras.
Tal como lo señalan diferentes análisis, el analfabetismo tiene un ámbito político central, revela una deuda social aún no resuelta, evidencia la falta de acceso a la educación, a las competencias fundamentales y al derecho humano básico. La visión cuantitativa explica la amplia gama de problemas sociales, constata las desigualdades económicas y sociales, las condiciones de vida de los diferentes grupos sociales (Revista RIED –CREFAL,Claudia Lemus).
América Central no es la excepción. Su población resulta afectada de acuerdo a los ingresos (la población de menores recursos enfrenta los niveles mas elevados de analfabetismo y exclusión social), grupos etarios ( el adulto mayor tiende a ser menos atendido por los diferentes programas), género (las mujeres y niñas siguen siendo las más afectadas, principalmente en las zonas rurales), geográfico (el área rural posee las tasas más elevadas de analfabetismo), étnicos (la población indígena no logra pleno acceso a los programas educativos), entre otros.
En el ámbito pedagógico, la utilidad de los aprendizajes no corresponde con los costos directos y de oportunidad de la población, se reproducen contenidos y programas de escuela regular poco competitivos; la mayoría de modelos y propuestas pedagógicas no conectan con las necesidades y realidades inmediatas de la población, principalmente económico y de formación ciudadana.
Es evidente la falta de adecuación de modalidades en cuanto tiempo, programas, horas de aprendizaje, entre otros. Algunos modelos flexibles aún son de baja calidad y el nivel de certificación no corresponde con las competencias y aprendizajes que amerita. Esto tiene a la base la ausencia de diseño con una visión renovada de la alfabetización, generalmente es personal sin preparación; además, el monitorio y la evaluación de los aprendizajes y de las instituciones, es débil.
Para modificar la tendencia se requiere aumentar la inversión desde una perspectiva de Estado y con un compromiso social sólido sin embargo, persisten grupos que consideran estos programas como gasto y no como inversión. Por ello, es fundamental reenfocar los programas equilibrando las herramientas del aprendizaje (lectura, escritura y cálculo), los contenidos y las competencias del aprendizaje, en el marco de las concepciones renovadas de la alfabetización y en una visión amplia de la educación con jóvenes y adultos.
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Para terminar de leer el articulo pueden ver la revista Piragua del consejo de educación de adultos para América Latina ---- click aquí
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